La leche de vaca no es recomendada por la American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) para niños menores de 1 año. Los bebés alimentados con leche entera de vaca no reciben suficiente vitamina E, hierro y ácidos grasos esenciales. Además estos bebés reciben demasiada proteína, sodio y potasio, cuyos niveles pueden ser demasiado altos para que el organismo del bebé los maneje. Asimismo, las proteínas y las grasas de la leche entera de vaca son más difíciles de digerir y absorber por parte del bebé.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños sean alimentados con leche materna o con leche maternizada (fórmula) enriquecida con hierro durante el primer año de vida. Entre los cuatro y seis meses de edad, se pueden agregar algunos alimentos sólidos. La alimentación con leche materna o leche maternizada enriquecida con hierro, junto con alimentos sólidos y jugos adecuados para la edad, durante el primer año de vida, brindan una nutrición más equilibrada.
Casi todos los bebés y niños pequeños toleran bien estas leches maternizadas, si se utilizan. Los lloriqueos y cólicos son problemas comunes. La mayoría de las veces, las leches maternizadas a base de leche de vaca no son la causa de estos síntomas y no es necesario cambiarse a una leche diferente.
La leche maternizada para bebés enriquecida con hierro o la leche materna deben utilizarse hasta que el niño cumpla un año de edad.
Ver también: fórmulas para lactantes.